Artículo 5: Gastronomía Rusa.
Sí, puede que Rusia no sea el primer destino gastronómico que se le ocurra, pero este país tiene un montón de deliciosos platos tradicionales que harán las delicias de su paladar. A menudo la gente se sorprende de la variedad y los sabores de los platos rusos, influenciados por la conexión del país con Europa, Asia y Oriente Medio. La cocina rusa es un reflejo de las características geográficas de este enorme país, sus creencias cristianas y sus interesantes costumbres. Estos son los platos que no puede dejar de probar en este país.
La historia de los platos rusos
El vasto territorio del país, la riqueza de sus bosques, valles y ríos, formaron las tradiciones del pueblo ruso y su cocina nacional. Los eslavos cultivaban cereales y verduras, cocinaban gachas y guisos con ellos, encurtidos y setas secas, pescaban, cazaban y criaban animales.
Las recetas tradicionales rusas se basan en el uso de cereales, bayas, verduras, harina y pescado. Productos que estaban presentes en abundancia en la vida de la gente corriente. Para las fiestas se solían preparar platos de carne, que eran verdaderas obras maestras culinarias: un pato con manzanas, un cerdo al horno o incluso un cisne asado en los palacios de la realeza.
Con la llegada del cristianismo, la comida típica rusa se dividió en magra y rápida. Durante casi siete meses del año, los cristianos ortodoxos celebraron uno o varios ayunos, lo que suponía una preparación más rara de platos de carne.
La cocina rusa también se enriqueció notablemente con recetas tomadas de los países vecinos. Por ejemplo, los tártaros nómadas trajeron a Rusia el shish kebab, los platos de cordero y el caldo de huesos. De Asia llegaron diversos tés, halva de semillas de girasol y albóndigas. Las salsas y los postres franceses entraron poco a poco en la cocina de la nobleza.
Veamos algunos de sus platos más distinguidos:
1. Blini (tortitas rusas)
La cocina rusa está muy influenciada por las tradiciones religiosas. Por ejemplo, la costumbre de hornear panqueques se ha conservado desde los tiempos del paganismo: la gente solía hornear panqueques, redondos, como el sol. Las tortitas rusas son muy finas y no son dulces como las crepes francesas, pero se puede añadir cualquier relleno que se desee. Los más tradicionales son los panqueques con crema agria y salmón, caviar o setas, y para los más golosos, leche condensada o bayas. Hay incluso una fiesta especial, la Maslenitsa, que se celebra todos los años una semana antes del comienzo de la primavera, en la que los rusos comemos tortitas durante toda la semana.
2. Pelmeni
Es imposible imaginar la cocina rusa moderna sin un plato tan tradicional como los pelmeni, o bolas de masa hervida. Muchas personas debaten sobre los orígenes de este plato, ya que diferentes países del mundo tienen sus propias adaptaciones. Son el manti uzbeko, el khinkali georgiano, el kreplah judío o el xiaolongbao chino. Muchos creen que la receta llegó a Rusia desde China a través de Siberia y los Urales, allá por el siglo XV.
En muchas familias sigue siendo una tradición familiar esculpir juntos los dumplings. El relleno de las albóndigas tradicionales rusas es una mezcla de tres tipos de carne picada: ternera, cordero y cerdo. Se sirven en una gran fuente con crema agria.
3. Stroganoff de ternera
Este famoso plato ruso tiene una historia fascinante. Bajo el reinado de los zares, la clase alta rusa era muy rica. Les gustaba especialmente París, a menudo tenían apartamentos allí y se comunicaban en francés en casa y en las reuniones sociales. En 1891, un chef francés que trabajaba para una rica familia de San Petersburgo creó el plato para un concurso de cocina. Preparó trozos de ternera salteados y servidos en una deliciosa salsa con smetana (crema agria). El Beef Stroganoff, lujoso y a la vez fácil de preparar, se convirtió en un plato emblemático para innumerables anfitrionas y en un plato principal en los restaurantes de lujo.
4. Syrniki
Es otra versión de las tortitas, pero hechas con quark (requesón), huevos y harina. La sencillez y el delicioso sabor de esta receta harán que los syrniki se conviertan en una de sus recetas favoritas para el desayuno. Crujientes y dorados por fuera y cálidos y cremosos por dentro, los syrniki son perfectos para servir con crema agria, mermelada, miel o bayas frescas.
5. Kasha (gachas)
Hay muchos tipos de gachas de avena en Rusia, y probablemente sea el plato más popular para desayunar en un hogar ruso. Pero, lo más probable es que ya las haya probado en casa. La más inusual y verdaderamente rusa es la papilla de trigo sarraceno. Normalmente se hierven en agua o leche y pueden ser un plato independiente (a menudo se sirven con mantequilla, azúcar o leche condensada), y también pueden utilizarse y también puede utilizarse como guarnición para comer por la tarde. Las gachas de trigo sarraceno son muy saludables y también son uno de los platos principales durante el ayuno ortodoxo.
6. Borscht
El borscht es una sopa de remolacha que, en realidad, se originó en Ucrania y se adoptó rápidamente como especialidad rusa también. Esta sopa tiene decenas de ingredientes y puede tardar hasta 3 horas en prepararse. Está llena de carne y verduras salteadas, como coles, zanahorias, cebollas y patatas. Puede servirse caliente o fría y es mejor acompañarla con una porción de crema agria fresca por encima y un pan de ajo especial llamado pampushka.
7. Okroshka
Las sopas son las comidas más populares de todo el país y ésta es otra de las favoritas de los rusos. La okroshka es una sopa fría originaria de la región del Volga. Es una mezcla de verduras crudas, patatas hervidas, huevos y una carne cocida, como ternera, salchichas o jamón, con kvass, que es una bebida sin alcohol hecha con pan negro o de centeno fermentado.
8. Pirozhki
Estos pequeños hojaldres horneados o fritos están llenos de patatas, carne, col o queso. Los bolsillos rellenos son populares en toda Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Es un tentempié muy popular en las escuelas y fábricas rusas.
9. Shashlik
El shashlik es una versión rusa del kebab y, como cualquier kebab, consiste en carne y verduras cortadas en cubos y asadas en brochetas. Este plato procede de las tribus de las montañas del Cáucaso y se hizo popular tras la conquista del Cáucaso en el siglo XIX. Hoy en día, casi todas las familias tienen su propia receta secreta para el shashlik, que se guarda muy bien. Sin embargo, la clave del éxito está en el adobo.
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